Lo que nos dejó el Segundo Debate Presidencial en Argentina

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A unos pocos días de la Elección General para Presidente de la República Argentina, aún nos preguntamos, ¿qué aportó el Debate Presidencial?

En la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, el pasado 21 de Octubre de 2019, tuvimos nuestro segundo debate con los seis candidatos presidenciales; signado por la reflexión del primero: ¿sirve para algo un Debate sin Debate?

El primero, que se realizó solo una semana antes, el 14 de Octubre de 2019, en el Paraninfo de la Universidad Nacional del Litoral en la ciudad de Santa Fe, nos dejó muchas incognitas ya que el formato del mismo no permitió profundizar las propuestas y evitó los intercambios entre candidatos.

Por lo que el segundo debate, aunque esperado por la población, ya poseía el desencanto arrastrado de su primera presentación. Una en donde abundaron opiniones sobre la estética y el lenguaje de los candidatos, y muy poco sobre contenido.

 

Imagen N° 1: Primer Debate Presidencial en el Paraninfo de la Universidad Nacional del Litoral. Fuente: Diario El Litoral.

 

LA CAPACIDAD DE READAPTACIÓN DE LA POLÍTICA

Giovanni Sartori (1997) en su libro Homo Videns explica que: “… si la televisión transforma todo en espectáculo, entonces la valoración cambia”. Principalmente, se convertía en un demiurgo, un creador de universos, de realidades. Pero, lo preocupante es nuestro caso es qué transmite el Debate.

Y a pesar, de que la culpa de tal superficialidad, parecería recaer sobre los medios, la realidad siempre es un poco más compleja. Sartori (1997) explicó que la fusión entre la política y la televisión, o todo medio audivisual, daría paso a la video-política, una forma de poner la imagen a disposición de la construcción de la política, en nuestro caso en un marco liberal-democrático. Originalmente planteaba que la televisión había condicionado a la política, en el marco de los debates y la forma de comunicar. Pero, la política posee una capacidad innata de readaptarse y girar su posición de poder. El Debate se construyó de común acuerdo entre la política y los medios, ya que el Reglamento, los temas, e incluso los moderadores se acordaron entre los candidatos en una audiencia en donde la Cámara Nacional Electoral solo asistió como garante de la negociación. Por lo cual, la Política ha revertido el uso de los medios para su propio beneficio.

Para empezar, si no hubo Debate es porque los candidatos así lo dispusieron, a lo que se deben sumar reglas de tiempo y exposición -se eliminó la pantalla partida para observar las reacciones de los candidatos opositores-, se prohibieron los sobresaltos al colocar un bosal a los periodistas, los cuales no podían salirse del libreto bajo amenaza de recibir exhobirtantes multas, se eliminó la complejidad que podría haberle ofrecido la Universidad a través de su gente, y no solo ser un simple marco de montaje. Si el Debate estuvo vacío de contenido, más allá del ilarante tiempo dedicado a las exposiciones, es principalmente porque la Política hizo presente su fuerza y así lo estableció.

Permitiéndole, en dicho formato, transmitir información de baja calidad. En términos de Sartori (1997), subinformación: una información insuficiente que empobrece lo que comunica, por ejemplo las declaraciones sobre diferentes políticas públicas que al no pasar de solo enunciados no podemos realmente comprender los medios de aplicación y sus posibles consecuencias, y desinformación: una información distorsionada o falseada, que no permite que se corrobore en el momento. Ésto último lo podemos observar en las acusaciones cruzadas, chicanas, que solo sirven para recalentar el ambiente pero que nada aportan al Debate, ya que la simplificación de la acusación niega una complejidad existente del hecho.

Si comprendemos que el Debate está mediado por la política y los medios para convertirse en un evento superficial, que poco aporta al esclarecimiento de las posiciones de los candidatos dada la circulación de subinformación y desinformación, la pregunta que se nos presenta es: ¿podemos extraer algo del mismo? La respuesta, sin duda, siempre será: Si.

La exposición de los candidatos y lo poco o casi nulo que comuniquen, siempre será más que la total ausencia de su presencia y su palabra. Como dice el viejo adagio “a veces, menos es más”. Considerando que abundan análisis sobre el lenguaje no verbal y sobre la verificación de las frases expresadas, propongo abordemos el mismo desde un Análisis de Redes Sociales siguiendo la repercusión y las posiciones relativas que se crean en la microblogosfera de Twitter.

 

EL DEBATE EN LAS REDES

Hay que entender que las redes habitan en un dimensión virtual que no posee orientación, no hay izquierda o derecha, arriba o abajo, y por lo tanto la posición que observemos en los gráficos no necesariamente está asociada a cuadrantes predefinidos. Pero, si podemos observar asociaciones entre diferentes cuentas, por grados de proximidad. Vemos cómo se nuclean en pequeñas comunidades que comparten la información y por ende se retroalimentan entre sí.

 

El siguiente link, ofrece acceso a una versión dinámica de la Red del Segundo Debate Presidencial, se recomienda navegarla mediante computadora de escritorio y esperar unos segundos para que la misma pueda cargar correspondientemente. https://indicadordemocratico.com/SNA/Argentina/191021_SegundoDebatePresidencialAR/

 

 

Gráfico N° 1: Red #DebateAr2019. Fuente: Elaboración propia.

En primera instancia vemos dos grandes nucleos que se repelen en sus posiciones. Por un lado se encuentra el presidente, Mauricio Macri, y en sus antípodas, como es de esperarse, el candidato opositor, Alberto Fernández a través de su cuenta (@alferdez).

Por próximidad a Macri encontramos las cuentas del Ministro de Transporte, Guillermo Dietrich (@Guillodietrich), la Titular de la Oficina Anticorrupción, Laura Alonso (@lauritalonso). Muy cercano a éste núcleo, encontramos las cuentas del candidato por Unite por la Libertad y la Dignidad, José Luis Espert (@jlespert), al igual que el candidato por el Frente Nos, Juan José Gómez Centurión (@juanjomalvinas). Por lo cual, podría comprenderse que mucha de la información generada o vinculada a estos candidatos circula en posiciones próximas a las de la comunidad de Juntos por el Cambio.

En la vereda de enfrente, la comunidad del Frente para Todos, se nutre de propios y aliados, como la cuenta del líder del Frente Renovador, Sergio Massa (@sergiomassa) que ahora acompaña como candidato a Diputado Nacional por Buenos Aires a través del Frente para Todos. Es interesante, notar la ausencia de referencias a la cuenta de la candidata a Vicepresidente, Cristina Fernández de Kirchner.

Lateral a núcleo de Fernández, encontramos a Nicolás Del Caño (@NicolasdelCano), candidato por el Frente de Izquierda y Unidad. Su posición, lo acerca más a las propuestas sociales manifestadas por el Frente para Todos, pero su peso relativo en la red es mínima (3.55 % del total del volumen de la Red), en clara coincidencia con la performance que suele obtener la Izquierda en Argentina.

También observamos una fuerte comunidad de reclamo por los créditos UVA, que se manifiesta en color celeste. Parte de análisis anteriores, presentan a esta comunidad de reclamo en crecimiento, aunque con una muy baja incidencia. Punto, que aquí parecería revertirse, debido a contudente presencia que ejercen. Inclusive superando la presencia del los partidos, al colocarse en un segudo lugar con un volumen de 4.63%. Su posición es acorde al reclamo ante el gobierno, ya que se ubican enfrentados al mismo y más cercanos a la posición de la oposición y la Izquierda. Lo que conlleva, una pérdida manifiesta de apoyo de un sector de la clase media que se vió afectado por las políticas públicas de Cambiemos.

Los medios, en tanto, aunque se encuentran más al centro de la Red, poseen posiciones relativamente cercanas a los diferentes flujos de información oficial u opositor. Por lo tanto, el sesgo de la información es fácilmente identificable en ambos lados.

Efectivamente, Roberto Lavagna, podría haber cerrado la grieta, ya que su posición moderada lo ubica en el centro de ambas comunidades, aunque con una visibilidad mínima 0.53%. Lo que conlleva que su participación careció de relevancia para la audiencia virtual.

Para finalizar, y considerando la transformación de la política en show mediático, vaciado de contenido y cuyo impacto real en la votación es inexistente. Podríamos, igualmente responder a la pregunta de quién fue el ganador del Debate. A diferencia de muchos: no podría el premio en manos de Fernández o Macri, que aunque favoritos y, en números reales, únicos que realmente recibirán votos sustantivos, no lo brillaron en el Debate. Sin duda, ambos mejoraron su desempeño y pudieron comunicar más ideas, no por ello más complejas o sin contradicciones.

En cambio, por su posición más contudente, su iniciativa al intercambio y como creador de situaciones que hicieron recalentar el evento. El gran ganador del debate debería ser José Luis Espert, de Unite por la Libertad y la Dignidad. Si consideramos su bajo volumen electoral, un poco más de 550 mil votos, fue el último en la lista para pasar el umbral electoral, convirtiéndose en la sorpresa del sexto candidato. Y aún así, el impacto que obtuvo en las redes sociales por sus intervenciones, lo dejaron en una cómoda tercera posición con 10.296 conexiones, detrás de Macri (22.162) y Fernández (13.699), escalando al tercer lugar si consideramos su grado de Centralidad.

Imagen N° 2: Segundo Debate Presidencial en la Facultad de Derechoa de la Universidad de Buenos Aires. Fuente: Diario Río Negro